Dejando a un lado la sensualidad provocada por los tatuajes y los piercings, hoy hablaba con un amigo y me proponía algo como un axioma a aprender definitivamente. Defendía que en las fiestas especiales como Halloween hay que salir sí o sí. Y se apoyaba en dos puntos: hay mucha más gente (chicas, se entiende) y el ambiente es propicio para que pase algo.
Esto, que no lo dudo, es una cosa que jamás comprenderé. ¿Por qué en Halloween o Nochevieja, por ejemplo, es más probable ligar? Es un hecho que parece objetivo. No sé si tendrá que ver con símbolos sociales; si existe la corriente que te hace pensar que todo el mundo va a lo que va, tú también te prestas más a ello.
A mí personalmente me da igual Halloween que un 3 de marzo. No me siento más o menos deshinibido de antemano, los días tontos aparecen naturalmente. Sí que es verdad que a lo mejor ir disfrazado ayuda, porque ya vas un tanto ridículo, ya has vencido a la vergüenza. Y a partir de ahí cualquier cosa es posible.
En fin, que cuando te gusta una chica, te gusta aquí y en La China Popular, que diría Carod. Sin importar el momento o lugar. Qué pena que en el otro bando parece que no piensan igual. Je.
jueves, 1 de noviembre de 2007
Halloween y las fiestas de guardar
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario