martes, 6 de noviembre de 2007

La muralla y la presión

Efectivamente hemos topado con uno de los problemas conceptuales básicos. ¿Casarse? Mal. ¿Toda la vida? Peor. Así es normal que a veces dé miedo ser simpático. Recuerdo que hace poco estuve con una chica que de antemano me advirtió: "No te hagas ilusiones, esto es sólo esta noche". ¿Cómo? Perfecto. Pero no. Ya me parecía raro. Yo, siguiendo al pie de la letra sus palabras, ni ilusiones, no expectativas, ni nada. Maravilloso. Ella se desvió un poco más de su teoría y le faltó tiempo para bombardearme a mensajes. No es que sea mejor, ni peor, pero el tópico se cumplió. ¿Dónde quedan los follamigos?

En todo caso se nota la presión en tus palabras. ¡Hay que hacer piruetas para ligar! Afortunadamente todo lo que has dicho luego suele ser bastante flexible y sobre todo la apariencia. Reconócelo. Un tipo feillo y tímido en la esquina de una casa en una fiesta se convierte en un chico misterioso, introvertido e interesante. El mundo suele ser justo si se conocen las reglas.


Respecto al viernes, creo que fue una conjunción de los tres factores. El alcohol hizo la metáfora realidad y la inseguridad ante una chica tan espectacular está más que justificada. Cupido pasó por inercia; si era inalcanzable, ¡habrá que enamorarse de ella!.

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