Es que tener algo en la mano es un recurso utilizado, por ejemplo, por los oradores al dar un discurso público. En Francia, antes de las elecciones, hicieron un programa en el que varios ciudadanos preguntaban directamente a los candidatos a la presidencia de la República. El formato tuvo mucho éxito y lo trasladaron a España. Se llama "Tengo una pregunta para usted" y han aparecido diversos dirigentes, entre ellos el presidente de gobierno y de la oposición. Pues bien, una de las consignas que les dieron sus consejeros es que tuvieran algo en la mano. Un boli, por ejemplo. No sólo da seguridad, sino también la imagen. Es más natural, porque cuando estamos en tensión a veces no sabemos qué hacer con los brazos.
Esto puede trasladarse a otras situaciones, por ejemplo a una discoteca. Si no bailas, ¿qué haces?. No puedes estar parado y la música sonando a todo volumen. Queda fatal. Lo más sencillo es tener una copa en la mano. Hay otros que tienen el cigarrillo, pero yo no fumo. Ni tampoco me gustan las chicas que lo hacen.
En fin, que sigo esperando. ¡Pero no es amor!. Ni siquiera la conozco. Nada más que he hablado con ella un par de veces, un par de noches fugaces. Ni siquiera sé a qué se dedica. Me guío porque me transmitió dulzura. Me gustan las chicas con un punto de dulzura. Pero sin pasarse. Sólo un par de gotas. Me dijo que el domingo o el lunes quedábamos sin falta. ¡Pues ya estamos a miércoles y sigo sin noticias!. ¿Qué habrá pasado de la semana pasada a ahora?.
Son este tipo de cosas las que no entiendo. Al menos, si estás muy ocupada o ya no te apetece, puedes mandar un mensajito y disculparte. ¡Una persona decente lo haría!. Pues ahora cuando me escriba (porque lo hará) ya no voy a quedar con ella, ea. Vale, no me lo creo ni yo.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
Amor y copas
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