Alguna vez escuche un refrán que dice así: “A quien de bailar tiene ganas, poco son le basta”. Ahí tienes la respuesta…Ciertamente en algunas partes del mundo se acostumbra a bailar más que en otras, pero todo es disposición personal, unas cuantas clases y listo. Una vez que descubras lo divertido y lo sexy que es lo harás una y otra y otra vez más.
El alcohol en dosis moderadas es un buen instrumento para desinhibir la vergüenza y la timidez, te relaja y a la vez te prepara para una buena juerga. Tener algo entre las manos creo que es un “tic” que tienen muchos, es como si les diera seguridad, sobretodo a los hombres. En fin, el punto está cuando después de varios tragos estás tan relajado y suelto de huesos que casi no puedes dar un paso… Cuidado, si esa es la estrategia para salir a bailar puedes pisarle el dedo a la chica con la que estas danzando. Error fatal!
Ya que citaste a Sergio Dalma tienes claro que “Bailar de lejos no es bailar, es como estar bailando solo” jajaja. Bueno por lo del soldadito hay algunas cuestiones fisiológicas del género masculino que no siempre se pueden controlar, a aprender a vivir con ellas y a disimularlas!
Los SMS, los famosos mensajes. Te contaré que no soy nada fanática de ellos. Para mi no hay cosa mejor que el cara a cara, y bueno sino puedo comunicarme con alguien en este instante personalmente prefiero el teléfono. Claro que antes de dormir recibir un un mensaje que diga “que duermas bien, sueña con los angelitos” le encanta a cualquier mujer. Pero ese no es el tema… me cuentas que la chica te provoca curiosidad y atracción, para mi más bien estás enamorado. El hecho de estar esperando algo que no llega te genera tensión, y esa tensión se convierte en ansiedad, por eso estás pendiente del móvil.
Aparte de esa confianza que sientes con ella, ¿Piensas en ella a menudo? ¿Cuándo la ves sientes el cuerpo deliciosamente anestesiado? ¿Te gusta cómo ella te hace sentir? ¿Sacas lo mejor de ti cuando estás a su lado? En definitiva ¿Te sientes feliz y radiante con ella? Piénsalo!