viernes, 14 de diciembre de 2007

Luces, cámara... ¿acción?

Ya que citamos a personalidades importantes, prefiero quedarme con lo que dijo Juanito, glorioso jugador del Real Madrid en los 80: "Noventa minuti en el Bernabéu son molto longo". Acababan de perder 2-0 con el Inter en una batalla campal. En el partido de vuelta arrasaron.

Claro, no había pensado en lo de que si no aparezco creerá que soy un cobarde porque no puede asociarlo con lo que nos hizo hace una semana. Cómo se nota quién domina el arte de la venganza... Desde luego tu opción es más interesante. Seducirla hasta casi el final y desaparecer. Pero veo que acabaré en su cama o donde surja, esto es un parking, un parque o un oscuro rincón en algún lugar de la ciudad. La carne es débil y la mente también.

Y es que al final siempre pasa lo mismo. Hablaba con un amigo hace poco y llegábamos a la conclusión de que ser siempre un caballero es contraproducente. Pero según la persona, es imposible evitarlo. Ella ha picado una vez pero si me da coba, yo terminaré picando cien. Y lo peor de todo es que no intentamos lo contrario. Quedas con una chica, eres súper amable, pagas la cena, la invitas a una discoteca y al volver a casa le envías un mensaje: "Ha sido una noche maravillosa". ¡Puag!. Me dan ganas de vomitar. Y eso que esta rutina la repito continuamente.

Una buena solución para no estar detrás de una chica, parecer demasiado interesado -con poca confianza- y perder muchos puntos es ocupar el tiempo. Cuando trabajas y además tienes un montón de actividades, pasas a ser interesante. No quedas con ella porque simplemente no puedes. Yo juego al fútbol tres veces a la semana. Otros tres días hago más deporte (corro, voy al gimnasio). Y me encanta, porque siempre estoy con los amigos. Son verdaderos compromisos diarios. Así que sólo tengo el fin de semana para quedar con alguna chica. Y a veces hay cenas, cumpleaños... y ni siquiera el viernes y el sábado son suficientes. Me encantan las mujeres, pero no puedo inventarme días de treinta horas. Y entonces doy largas y digo ya te llamaré, y ella penará: "Este chico debe ligar muchísimo porque le estoy dejando claro que me interesa y a él le da igual...". Qué útil es la indiferencia. Tú lo sabes bien, pero para nosotros ser indiferente a veces es más difícil.

Bueno que me desvío del tema. Si las Navidades no lo impiden y se pasa el efecto "quiero conocerte", espero que esta semana demos el paso definitivo con la maleducada y empiece la acción. A ver hasta dónde puedo y quiero llegar. De todas formas si consigo verla, pase lo que pase, seguro que tendré una historia divertida que contar.

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